BOGOTÁ: SOCIOLOCALIZACIÓN.
“Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todos, sólo porque y sólo cuando, son creadas por todos”.
Por: Víctor Reyes Morris. Sociólogo, doctor en Sociología Jurídica. Ex concejal de Bogotá, Exrepresentante a la Cámara Ex Director de ICETEX. Profesor (Pensionado) Universidad Nacional de Colombia.
12/11/20254 min read
BOGOTÁ: SOCIOLOCALIZACIÓN.
Por: Víctor Reyes Morris.
Sociólogo, doctor en Sociología Jurídica.
Ex concejal de Bogotá, Exrepresentante a la Cámara
Ex Director de ICETEX.
Profesor (Pensionado) Universidad Nacional de Colombia.
“Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todos, sólo porque y sólo cuando, son creadas por todos”.”
“La seguridad de la calle, es, en gran medida un fenómeno social, no un asunto de policía”.
“El urbanismo no es una ciencia, es un arte que debe escuchar a la gente”.
“Lo que hace que una ciudad sea interesante es la diversidad, la mezcla de usos y personas”.
Jane Jacobs. Urbanista canadiense. (1916-2006).
Un reciente estudio de una investigadora, Julieth Andrea Parra, (El Tiempo, 3/12/2025) hace referencia a la forma como se distribuye la población en Bogotá, respecto a edades, o grupos etarios, concluyendo que hay más presencia de población joven: primera infancia, escolares, adolescentes y jóvenes trabajadores o desempleados en el Sur y Sur Occidente de la ciudad, mientras en el Norte predomina o tiene mayor presencia la población mayor. Lo que confirma este estudio es que seguimos teniendo una sociedad bogotana segregada y que todavía tenemos, talvez en el imaginario, un Norte rico y un Sur pobre. Que los jóvenes se ubiquen más en el Sur de la ciudad tiene que ver con ingresos en donde encuentran alojamientos más baratos. Sin embargo, el simple análisis poblacional no nos permite visibilizar avances importantes en la consolidación de una gran clase media que habita en buena parte del Occidente (Sur y Norte). Ya no se trata de pobres y ricos, aun cuando hay zonas, como en general en el Sur de la ciudad, destino de migrantes rurales, que se hizo espontáneamente o creció desordenadamente en mayoría de barrios ilegales (que se llamaron invasiones) y cuyo mayor esfuerzo de la institucionalidad de la Ciudad fue legalizar esos barrios para brindarles acceso a servicios públicos. Fue una gran tarea promovida por el concejal de entonces Patricio Samper (Nuevo Liberalismo), en los años 80 del siglo pasado.
A pesar de este primer esfuerzo, el Sur sigue siendo pobre en términos de amoblamiento urbano y en oferta cultural. Hay todavía mucho por hacer, aunque hay algunas ofertas en términos de educación y centros sociales, aun no son muy significativos. Por tanto, es una tarea pendiente que implica no solo el ejercicio gubernamental sino estímulos a la iniciativa privada, ¡Respice ad meridiem!
Pero no se trata de únicamente de romper una ciudad segregada que por sí sola ha roto, en alguna medida, esa caracterización con el surgimiento significativo de sectores medios, profesionales o con acceso a educación, si no de ofrecer una mayor descentralización en el manejo de algunas afectaciones que complican mucho el habitar urbano. Y ellos son Seguridad y Movilidad.
En el programa de Gobierno del Alcalde Carlos Fernando Galán, figuraba una idea novedosa y es la de las Gerencia Viales, que es sencillamente la “administración in situ”. Es decir, hacer gestión directa sobre los lugares que demandan ese ejercicio, por ejemplo, las grandes avenidas. Es disponer de gestión directa y permanente sobre las grandes vías de Bogotá. En estos días en un trayecto en el cual suelo gastar media hora hacia un destino desde mi casa, me llevó hora y 15 minutos, porque dos carro-tanques estaban varados sobre la carrera 30 y el trancón iba desde la calle 80 hasta la calle 53. Se trata de disponer de equipos permanentes de gestión en esas grandes avenidas, con el uso de plataformas digitales de información para que los usuarios de las mismas, puedan informar en tiempo real sobre dificultades (varados, mal estacionados, choques, bloqueos, manifestaciones, etc.) y se logre una intervención oportuna y eficaz. ¿Sera que Sí?
Otra es Seguridad. Propongo la creación en cada Localidad de Bogotá, de una Gerencia de Seguridad para coordinar los esfuerzos de atención oportuna, preventiva y resolutiva de las situaciones de inseguridad, coordinando esfuerzos ciudadanos e institucionales para reducir las afectaciones a la seguridad ciudadana. Hay que ganarse las comunidades para que esto ocurra. La idea de una policía comunitaria, que trabajaba en directo con las comunidades barriales se desechó por el modelo de los CAI, que no son incompatibles los unos con los otros. Es decir, policía comunitaria, que se acerca y moviliza a las comunidades para que trabaje para sí misma, informando y actuando con la policía. No se trata de propiciar “justicia por la propia mano” si no de actuar en consuno, para que la autoridad policial sea eficaz y tenga el reconocimiento y la colaboración debida de los ciudadanos.
El modelo de Justicia que ha venido imperando tiene un defecto, en la apreciación de los ciudadanos: es garantista para el delincuente, pero no para la víctima. Así, la reincidencia es altísima y si bien no se puede desconocer los derechos legítimos de una persona por más delincuente que sea, pero eso no debe llevar por facilismo u otra razón a la impunidad. Que desafortunadamente estamos viviendo. Un excesivo formalismo (como si el Derecho sólo fueran formas o ritualidad) parece predominar y es increíble que se capturan una y otra vez a transgresores y continúan en la misma actividad, además de quedar libres por alguna formalidad. La Justicia debe revisar esto y pronto.
Esos 2 temas son claves, Movilidad y Seguridad, para el ejercicio gubernamental distrital o municipal. Hay que pensar en fórmulas que puedan tener el reconocimiento y la visibilidad que incorpore a la propia comunidad. Hay la tendencia a pensar que son las obras, especialmente las de infraestructura, las que marcan una buena gestión local. Lo son, pero no son suficientes, especialmente cuando la percepción ciudadana, justa o injusta, va por otro lado en sus preocupaciones principales. En Bogotá, por ejemplo, aunque los indicadores de criminalidad se han reducido en sus cifras la percepción ciudadana de inseguridad aumenta. Hay que ponerle mucha atención a esta paradoja.
Atender las demandas con fórmulas inteligentes y creativas pero eficaces puede ayudar a que las buenas intenciones no se queden en eso. -


