MESA DE CENTRO.

“La Virtud se encuentra en el término medio”. Aristóteles. Ética a Nicómaco

Por: Víctor Reyes Morris. Sociólogo, doctor en Sociología jurídica. Ex concejal de Bogotá, Exrepresentante a la Cámara Ex Director de ICETEX. Profesor (Pensionado) Universidad Nacional de Colombia.

10/21/20254 min read

Flowers and book sit on a wooden table.
Flowers and book sit on a wooden table.

MESA DE CENTRO.

Por: Víctor Reyes Morris.

Sociólogo, doctor en Sociología jurídica.

Ex concejal de Bogotá, Exrepresentante a la Cámara

Ex Director de ICETEX.

Profesor (Pensionado) Universidad Nacional de Colombia.

“La Virtud se encuentra en el término medio”. Aristóteles. Ética a Nicómaco

“La virtud moral es una disposición para actuar de manera correcta y se encuentra en el término medio entre el exceso y el defecto”. Aristóteles. Ética a Nicómaco/Política.

“La moderación es la virtud más importante, ya que nos permite encontrar el equilibrio en todas las cosas”. Aristóteles. Ética a Nicómaco.

La Coalición del Centro Esperanza que existió para las elecciones colombianas de 2022 se diluyó y cada uno de sus componentes tomaron distintos caminos y puertos de llegada. Los Verdes que era el partido más fuerte, implosionó debido a la posición frente al Gobierno Petro y se despedazó en varias fracciones la mayoría gobiernista y otro sector tomó el camino práctico de la independencia frente al Gobierno e inclusive solicitó su secesión que fue aplazada. Claudia López, ex -alcaldesa de Bogotá, renunció al partido y varios de los dirigentes verdes están acusados de corrupción. El partido En Marcha, perdió su personería jurídica y el fugaz paso de su dirigente máximo, Juan Fernando Cristo, como Ministro de Interior, le causó más desgaste que beneficio. El pequeño partido Dignidad de Jorge Robledo (antiguo MOIR) acordó fusionarse con el movimiento de Sergio Fajardo, Compromiso Ciudadano y van por su propio camino. Y así otros dirigentes del Centro optaron por entrar al Gobierno Petro (Gaviria y Murillo) y no terminaron muy bien en esa participación, no por ellos sino por la impericia del tambor mayor. El Nuevo Liberalismo siguió su camino de construcción de partido y logró ganar algunas alcaldías en 2023, como la de Bogotá y la de Cali y Cartagena en coalición y otras más.

Lo que queremos significar es que el Centro perdió su propio perfil como fuerza conjunta, cuando las encuestas señalaban que la mayoría de colombianos se identifican con una posición de Centro. Además, la coyuntura de 2026 parece abrirle espacio a una fuerza equilibrada distante de extremismos de izquierda o derecha. Algunos profetizan un movimiento pendular triunfante hacia la derecha. Otros esperanzados en que la posición de izquierda siga gobernando.

A mi manera de ver la coyuntura podría favorecer al Centro político siempre y cuando se cumplan las condiciones de reagrupamiento para una coalición presidencial que incluso recoja algunos movimientos de candidaturas presidenciales como los que representan, Juan Daniel Oviedo, Mauricio Cárdenas, David Luna y otros (as).

Por ello, he titulado este escrito “Mesa de Centro”, recurriendo a una expresión coloquial, pero que significa el paso de la unión del Centro.

La mesa es un símbolo de compartir, ya sea el alimento o la conversación. La Mesa de Centro es entonces el revivir el mecanismo de la conversación entre fuerzas distintas pero que se puedan entender en un propósito común: ser la alternativa para los colombianos (as), cansados de la polarización, de la apelación a los odios, de las amenazas de catástrofe. El Centro no mira para los lados porque se lo tragan sino para el frente y adelante. Es la Esperanza.

El Centro es el equilibrio como concepción del Estado y la sociedad como convergencia de entendimiento. Alejado de los afanes codiciosos de lo privado, pero reconociendo su aporte fundamental y al Estado, no como fuente de saqueo sino como garante e impulsor del Bien Común. Lo Privado y lo Público no deben ser oponentes, el Gobierno no puede ser el instrumento de uno contra otro. Es El Centro quien mejor entiende esto, construyendo un futuro de equilibrio colaborativo. ¡Ni el Estado Corrupto, Ni el mercado codicioso!

Sé que no es fácil aceptar este planteamiento a pesar de su fuerza y grandes posibilidades. Seguramente algunos piensan que es mejor transitar solos que acompañados, quizás grandes egos están convencidos de su protagonismo solitario, quizás mejor no decirlo así, pero hay que insistir en el camino convergente del Centro. Sé que algunos no les gusta la palabra Centro. A alguien se le ocurrió caracterizarlo como tibio, y aun que tibia es la vida y la naturaleza, la tibieza parece reñir con los adjetivos rimbombantes o superlativos. Como si la tibieza no fuera equilibrio vital sino mediocridad o temerosidad. Olvidemos entonces, la tibieza y pensemos en la grandeza del equilibrio creativo que no es destructor ni excluyente, si no constructor e incluyente. ¿No será que eso es lo que le falta a Colombia?

Hay que dar pasos para este logro de convergencia y unidad. La coalición para Congreso (Senado) Ahora, Colombia, puede ser un paso, si tiene efectos que demuestren que la unidad aún temporal, es el camino.

Se nos están ofreciendo alternativas extremas, que pueden ser atractivas por su efectismo de los primeros días. Pero, una vez instalada en el poder, su tendencia es a perpetuarse en él, a destruir la democracia precaria que tenemos, no para hacerla plena, si no para borrarla y meternos en aventuras populistas y autoritarias. Para lamentarnos de nuevo colombianas y colombianas del error cometido.

La gente seria promete caminos de construcción, dice la verdad respecto de los sacrificios que hay que hacer para lograr los beneficios para todos y de todos. Quien promete venganzas y mano dura pueda que responda a un momento emocional en donde parece que eso fuera lo que se necesita. Pero es engañoso, solo quiere despertar emocionalidad y no construcción de futuro, para que los colombianos no deseen irse a otro país para encontrar ese futuro anhelado. -